lunes, 4 de agosto de 2008

Publicidad y Realidad

El aire que respiramos se compone de oxígeno, nitrógeno...y publicidad
(R. Guerin)

¿De verdad respiramos publicidad? Quizá resulte algo exagerada esta afirmación, pero de ella se desprende una evidencia difícil de contradecir, y es que la publicidad se ha instalado en nuestra vidas. A partir de las próximas entradas vas a poder rever tu realidad desde esta tipología textual: qué "vende" un mensaje publicitario...

Resolvé los ejercicios y consultá la teoría en este blog y en EL TINGLADO (blog de aula)

7 comentarios:

Andrea dijo...

Este video tiene la voz de Julio Cortázar. Indica qué texto suyo es el que se utiliza como intertextualidad en esta publicidad.Un 10 para el primero que responde...dejando aquí tu comentario...

agustina fernandez dijo...

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj.
asi se llama
besos profe
agus fernandez

Andrea dijo...

Todavía falta decir en qué libro aparece este texto (tranqui, Agus, ya tenés tu nota pero hay más...)Espero respuesta...

agus fernandez dijo...

profe aca lo encontre, creo que es este: Historias de cronopios y de famas..
fui la unica?
ah bue.. dsp me dicen vaga, jaja
besos

pd: no me acuerdo la contraceña, asique me hise otro, jaja

Unknown dijo...

FEELICITAACIONEES aagus =)

Anónimo dijo...

profe hicimos algunos de los ejercios de la pagina EL TINGLADO.. nos confundimos en algunas respuestas pero despuees lo hicimos bien.. :)
nos vemoss profe!!
saludoss..

Micaela, Aneley, Oriana, Virginia (que habla por telefono) y Nicole.. =D

Anónimo dijo...

Profe:

En la publicidad, con el texto y la voz de Julio Cortázar, se comparan un reloj con un auto, de manera tal que el texto relatado, coincide con las imágenes en las que se encuentra el auto.
El publicista trata de transmitir, las obligaciones que tiene con el reloj las imagina a través de las necesidades del auto.
Cuando finaliza dice "no te regalan un reloj, tú eres el regalado", esto significa que al poseer el auto, uno debe sentir la satisfacción de tenerlo.

Santiago C.