miércoles, 14 de mayo de 2008

La complicidad con el lector

Diferencias como las de la comparación entre un diario “tradicional” y uno sensacionalista tienen que ver con el perfil de lector que cada medio trata de captar. Según en qué estilo nos reconozcamos más, elegimos seguir a uno o a otro. Este mecanismo ha sido denominado “contrato de lectura” por el semiólogo Eliseo Verón. “El éxito de un soporte de la prensa escrita –dice el autor– se mide por su capacidad de proponer un contrato que se articule correctamente a las expectativas, motivaciones, intereses y a los contenidos del imaginario.”
¿Cómo se construye el contrato de lectura? Subraya Verón que lo central no es tanto qué se dice sino cómo: debemos fijarnos más en el plano de la enunciación que en el del enunciado.
La enunciación es el nivel del texto en el que se construye
una imagen del que habla (el enunciador: en este caso el medio),
un vínculo con lo dicho (afirmar, dudar, preguntar),
un tipo de relación con el destinatario (pedagógica, cómplice, más o menos distante, más o menos neutra frente a lo que se dice).
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La complicidad en los diarios
Como dijimos, en el caso de los diarios, también podemos rastrear elementos de este tipo. Por ejemplo, las portadas del diario Página/12 establecen un vínculo más marcado por la complicidad. ¿Cómo? Por ejemplo:
Hay un espacio de humor en la tapa.
Los títulos que ilustran la nota central suelen usar el humor y la ironía.
Con frecuencia hacen referencia a títulos de filmes, referencias literarias, canciones o dichos populares. Estos guiños refuerzan la idea de un universo cultural compartido con los lectores, capaces de decodificar la cita y divertirse con ella.
Además, por lo general, las tapas implican una valoración explícita de los temas, una renuncia al mandato de neutralidad informativa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buenas las entradas profe.. me ayudo a corregir la tarea.
lo que no entendi bien fue lo de "contrato de lectura"...

brian quiróz

Andrea dijo...

El contrato de lectura es una idea supuesta respecto de la relación que se entabla entre las ideas del diario que elegís leer y lo que vos pensás. Se supone que hablamos de "contrato" porque "acordamos" interpretar la realidad de la misma manera.