La leyenda del bostero universal: Nuevo Periodismo

Por Juan Sasturain

Se sabe que las leyendas son etimológicamente legenda, es decir: “cosas que deben ser leídas”, del mismo modo que las Amandas son aquellas (mujeres) que “deben ser” amadas, y los educandos –con mucha suerte– aquellos que deberían ser educados. Son cosas bellas y viejas, que vienen de las lenguas clásicas. El matiz de obligación o consejo que está en el origen de la palabra (se trata de un gerundivo latino) se ha perdido en el significado y las connotaciones actuales de leyenda. Sin embargo, sigue valiendo la pregunta básica: ¿por qué debería ser leída una leyenda? O mejor: ¿por qué un relato oral –como todos los que están en el origen de estas tradiciones– merecería ser fijado por la escritura para luego ser leído, es decir, convertirse en cosa leyenda? (...)

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Revista País Semanal (Incluye el texto aludido en la Contratapa de P/12)

Ingresen a los enlaces. Lean la Contratapa de Página 12. Observen la fotografía del joven del que se habla y comenten de qué manera se dispara el hecho noticiado que es motivo del texto periodístico leído.